martes, 28 de febrero de 2017

Tiempo de Cuaresma

Mañana, día 1 de Marzo de 2017, es Miércoles de Ceniza: empieza la Cuaresma. Pero ¿qué es la Cuaresma?
Podemos quedarnos con la idea, más o menos tradicional y más o menos ortodoxa, de que la cuaresma es un tiempo de arrepentimiento, de penitencia, de ayuno y de abstinencia. Pero, a fuerza de repetir esto de forma cada vez más automática, corremos el riesgo de quedarnos con la parte más superficial de algo con mucho mayor alcance y, finalmente, no entender nada.
En una carta de Santa Clara de Asís a Santa Inés de Bohemia, la primera escribe: Pero como nuestra carne no es de bronce, ni nuestra fortaleza es la de la roca, sino que más bien somos frágiles y propensas a toda debilidad corporal, te ruego, carísima, y te pido en el Señor que desistas con sabiduría y discreción de una cierta austeridad indiscreta e imposible en la abstinencia que, según he sabido, tú te habías propuesto, para que, viviendo, alabes al Señor, ofrezcas al Señor tu obsequio racional y tu sacrificio esté siempre condimentado con sal.”
Y es que, como bien dice la santa, lo importante de toda práctica religiosa no es la forma, sino el fondo: el "condimentado con sal".
El término Cuaresma aparece en repetidas ocasiones en la Biblia. En la cultura semítica el término cuarenta alude, no tanto a una cifra matemática, como a un proceso estricto, exigente, de preparación para algo posterior pero fundamental, tanto que nos va la Vida en ello. La Redención del Hombre, de todos y cada uno de nosotros, es Algo que Dios está dispuesto a regalarnos, que Dios pone al alcance de nuestra mano o, más cierto aún, que Dios pone al alcance de nuestra voluntad. En efecto, por decirlo en román paladino, Dios está dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva con la Humanidad, solo requiere que nosotros pongamos nuestro empeño, que colaboremos. Los que han sido, los que somos y los que serán después de la Crucifixión de Cristo estamos teniendo una ventaja respecto de los contemporáneos de Jesús. Estos vivieron durante treinta y tres años el proceso de Salvación, pero sin saber como iba a acabar aquello, condicionados por profecias que los tiempos se habían encargado de tergiversar, dominados por un pueblo pagano, en un mar de confusión, mientras que nosotros vamos por un camino recorrido antes por muchas generaciones. Seguimos teniendo el mismo tipo de dificultades, pero estamos en condiciones de tener muy claro qué tenemos en juego.
Pues bien, esa aceptación que Dios requiere de nosotros para culminar el proceso de salvación pasa por una toma de conciencia por nuestra parte y requiere un gran esfuerzo. No se trata de "pasar por ventanilla" y retirar el paquete que nos han dejado. Es un proceso que previamente hemos de meditar, asumir e instalar en nuestro corazón. Para esto es el tiempo de Cuaresma.


Non nobis, non nobis, Domine, sed nomini tuo da gloriam.


Frey ++ Fernando Vazquez Brea






No hay comentarios:

Publicar un comentario