miércoles, 1 de marzo de 2017

CARTA A SANTA MARIA MADRE





Aquí estoy en tu presencia, soy tu hijo José María.
Tiene que haber sido para ti un trabajo inmenso ponerme en el camino de la Verdad. Me he escondido siempre de todos, incluso me he escondido de mí mismo porque nunca me he gustado. Siempre he pensado que estaba solo, abandonado a mi suerte; y de pronto, circunstancias de tu amor, he visto tu mano tendida hacia mí invitándome a iniciar de nuevo el Camino de la autentica Vida.
No ha sido fácil ir desprendiéndome de la costra que me atenazaba, que me sujetaba, que me ahogaba en un pantano oscuro y aunque todavía en el caminar encuentro dificultades vislumbro en medio de la niebla el corazón de tu Hijo.
Pero aquí estoy!!!, con fuerza, con ilusión, caminando con mis hermanos, cogidos de la mano, corazón con corazón, luchando por el Reino de Dios, por la Justicia. Ya no me importan las zancadillas, las calumnias, la incomprensión de los que me rodean porque sé que tu estás ahí, dispuesta a levantarme cuando me caiga.
El camino no es fácil, sabes cuanto sufro en muchas ocasiones, que yo me imaginaba que el volver sería mas sencillo, pero me equivoqué el pasado sigue golpeando, no hay momento que te recuerden lo que eras, pero no ven el que empiezo a ser , me juzgan sin conocerme solo por mi pasado, no soy muy bien aceptado entre muchos por lo que cuentan sobre mi, pero madre solo tu sabes bien mis andaduras todo cordero se aleja de su rebaño en alguna ocasión, lo mas importante es volver a unirse.
Desde que intento reconstruir mi alma y mi fe, estoy siendo puesto a prueba pero si algo bello he obtenido es que con fe todo se puede hacer mas fácil, da igual cuantas veces intenten alejarme, yo se lo que estoy haciendo y ahora que por fin encontré la luz, no voy alejarme, he conseguido controlar todo el mal que brotaba de mis entrañas, el odio, la ira, el rencor…
Solo le pido Madre que me protejas sobre tu manto, déjame sentir tu calor, que es sosiego de mi alma, paz que encuentra mi corazón. Nunca más volveré a alejarme de tu lado. El camino se abre y la luz me ilumina, siento como mi alma es reclamada por la llamada de Dios, pronto seré un pobre Caballero de Cristo, sentiré la divina bendición, la pureza de mi alma y la renovación de mi fe, ya no mas sufrimientos Madre, ahora estoy donde tu querías que estuviera, a tu lado defendiendo la cristiandad, protegiendo a tus hijos de la estrecha observancia del Cister, ahora me pondré a tu servicio y al de Dios para ayudar, servir y proteger.

Muchas gracias Madre por estar siempre cuidándome.


Frey Jose María Justicia