La vida contemplativa, por tanto, es una cuestión de la máxima importancia para el hombre moderno, y es importante por cuanto atañe a su ideal más valioso. Hoy más que nunca, el hombre encadenado busca su emancipación y libertad. Su tragedia es que la busca por medios que le reportan todavía mayor esclavitud. Pero la libertad es algo espiritual. Es una realidad sagrada y religiosa. Sus raíces no se hallan en el hombre sino en Dios. Porque la libertad del hombre, que le hace ser imagen de Dios, es una participación en la libertad de Dios. El hombre es libre en la medida en que se asemeja a Dios. Su lucha por la libertad implica, así pues, una lucha para renunciar a una autonomía falsa y engañosa a fin de hacerse libre más allá y por encima de sí mismo. En otras palabras, para que el hombre llegue a ser libre debe quedar liberado de sí mismo. Eso no quiere decir que haya de librarse tan sólo de otros semejantes a él, pues la tiranía del hombre sobre el hombre no es sino la expresión externa de la esclavitud a la que sus propios deseos le someten. Y es que, en efecto, quien es esclavo de sus propios deseos necesariamente explota a su prójimo a fin de rendir tributo al tirano que habita en su interior.
Thomas Merton
El fin del hombre es caminar hacia Dios y para eso necesita renunciar a sus propios deseos, abandonarse a los designios de Dios: hágase tu voluntad y no la mía. Cuando aceptas los designios del Señor, te liberas de tu propio egoismo pues ya no buscas los deseos propios, ni buscas satisfacer tu ego, no buscas nada, solo esperas, te abandonas, te liberas y dejas abierto tu interior.
Esa contemplación, es una busqueda incesante y continua del BIEN absoluto no del bien propio, no obedeces a tus pasos en este momento has superado la lucha en ti y centras la lucha en buscar lo que Dios te pide, pues es lo que deseas, por lo tanto en este momento, miras a Dios .
Liberarse de los propios deseos es liberarse del yugo de ser yo...y buscar ser lo que Dios quiere que seas o que hagas, esa es la vida contemplativa que todos debemos buscar en el momento que te conviertes en pobre caballero de Cristo, tu vida se orienta en la satisfaccion de los deseos de Dios y de su voluntad en la tierra. Un reto que no es nada facil con el individualismo que impera en la sociedad actual, todo dirigido a la imagen, a lo externo a una mal llamada libertad individual que explota al hombre y lo encadena a sus propios deseos.
Sor + Isabel María Pérez Moreno
Dama del Temple