sábado, 7 de septiembre de 2013

EL AYUNO DE LOS DIOSES HUMANOS



Estamos ayunando de nuestras propias ideas, de nuestro propio espíritu.....
La razón de esta subjetividad radica en el poco equipaje, que ya desnudamos ante nuestra propia existencia.
Cualquier  argumento no es válido, para poder desnudar el hombre de todo lo que ha poseído a lo largo de la vida, del tiempo de la historia.
Se puede recuperar aquello que nosotros mismos nos hemos ocupado de destruir, de maldecir, de esconder, simplemente descatalogándonos del borreguísimo servil y cruel al que nos hemos enfrentado, a lo que  nos hemos convertido.

¿Llegará el día de volver del camino fronterizo?
Del ayuno al que los dioses humanos nos han impuesto, el ayuno del fanatismo espiritual e ideológico, que está  enmarcado nuestra propia  manera de vivir.

Y como hemos ayunado, hambrientos subjetivizamos  todo, porque esclavos, famélicos y desnutridos suplicamos entre manos equivocadas. Y una vez hemos cruzado nuestros desiertos, volamos con un ave fénix, con tan solo el equipaje del viento que nos puede guiar, hacia cualquier parte, a un existir en comunión con la totalidad.

El mañana será más útil que todos los inviernos que traten de meternos en una  burbuja indolente, que acabe con el alma, el más preciado de los dones humanos….
Despierta mi mente para recorrer un camino hacia la propia reflexión, hacia la propia madurez de las ideas y podré convencer de que, aun hay mente para ir más allá de la propia frontera interior.

La frontera no la provoca Dios, la ley, la razón, la ideología,
La frontera es consecuencia de la propia línea divisoria que acapara todos los límites, todas las oportunidades de darle libertad al hombre,
La libertad de uno mismo de "ser" por encima del "debe ser" o del "deber hacer".

Sor + Isabel María Pérez Moreno
Dama del Temple

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