¿POR QUE LA IGLESIA ES UN REFERENTE SOCIAL?
Muchos hemos tenido la duda en algún momento de nuestra vida del porqué
la Iglesia Católica da lineamientos en referencia a la vida social, la
que se supone debiere ser independiente de los aspectos religiosos, que
muchos consideran como el único ámbito de acción de la Iglesia.
La organización social es una preocupación de la Iglesia ya que obedece
al mandato de Cristo de cuidar a los demás, lo que solamente puede
lograrse mediante un cambio en el trato y las relaciones entre todos los
miembros de la sociedad, tal como Nuestro Señor nos lo dijo (Mt, 25,
34-40); "...tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed, y me diste de
beber; fui forastero, y me acogiste; estaba desnudo, y me vestiste;
enfermo, y me visitaste...En verdad les digo que cuanto hiciste a unos
de estos hermanos...a mí me lo hiciste". Porque lo que Cristo vino a
traernos es la doctrina de justicia y amor para que, sin excepción, toda
persona tenga una vida más humana y digna.
Conforme a dicho
mandato de Nuestro Señor, el Papa León XIII vio cómo a fines del siglo
XIX, a consecuencia de la Revolución Industrial, la sociedad
discriminaba a los obreros, como si fuesen máquinas y que eran objeto de
abusos. Entonces decide publicar su primera encíclica social ¨oficial¨,
la Rerum Novarum en 1891, en la que expresa (n. 1); ¨...debiendo Nos
velar por la causa de la Iglesia y por la salvación común, creemos
oportuno, venerables hermanos, y por las mismas razones, hacer, respecto
de la situación de los obreros, lo que hemos acostumbrado, dirigiéndoos
cartas sobre el poder político, sobre la libertad humana, sobre la
cristiana constitución de los Estados y otras parecidas...¨ (cfr. n.15)
¨...es inhumano abusar de los hombres, como si fueran cosas,
aprovechándose de ellos¨. Entre las cuestiones principales de esta
encíclica está la condena a las ideas socialistas marxistas ateas por
ser contrarias a la dignidad humana y al plan divino para la persona.
También el papa León XIII describe las condiciones de los trabajadores,
defiende el derecho de toda persona a la propiedad privada y los
beneficios de las asociaciones de obreros (sindicatos) y de empresarios,
entre muchas otros aspectos, con el fin de humanizar a las empresas.
Ésta encíclica marca un cambio fundamental en las relaciones entre
propietarios y obreros, fomentando un entendimiento positivo para
beneficio de todas las personas que participan en las empresas. Este
entendimiento es conforme a la paz que Cristo promulgó, contraria a la
"lucha de clases" promovida por el marxismo.
Posteriormente el
Papa Pío XI, en ocasión al 40 aniversario de la Rerum Novarum publica su
encíclica Quadragesimo Anno en 1931, en la que añade una condena al
control económico y político tanto del capitalismo a ultranza como del
socialismo, apelando a los principios socialcristianos, a la recta razón
y al entendimiento entre empresarios y obreros, como formas de acuerdo:

Cabe notar que el Papa Pío XI, muy preocupado por el avance del nazismo
y el daño a la sociedad alemana que éste ocasionaba, publicó una
encíclica en 1937, Mit Brennender Sorge (Con ardiente preocupación), ¡en
alemán y que envió para que se leyera en las 11,000 iglesias católicas
de la alemania nazi!, condenando las ideas racistas de Hitler, lo que le
valió el odio del Führer. Nunca, ni antes ni después de esta encíclica,
nadie enfrentó tan fuertemente al régimen Nazi.
Más adelante,
el papa Pío XII, aunque no escribió encíclicas, a través de sus
radiomensajes, especialmente el de la Navidad del 1942, enfatizó la
urgente necesidad de aplicar los principios de la Doctrina Social
Católica, no sólo en las organizaciones sino en los estados, para lograr
el progreso y la paz nacional e internacional.
Así,
someramente, podemos apreciar cómo la Doctrina Social de la Iglesia
(DSI), desde su inicio, promueve la visión cristiana en todos los
ámbitos para la mejora integral de la persona, además de que jamás
rechaza a ningún ser humano por cualquier motivo, incluido el credo
religioso.
Al ser su principio base la "dignidad de la persona
humana", permite que la misma DSI pueda atraer a todas las personas, ya
que defiende los principios filosóficos y el bien de cualquier ser
humano. A su vez, al colaborar en la superación integral del ser humano,
también lo hace con las propias organizaciones y así sean; más humanas,
más innovadoras, con mejores equipos de personas y, en suma, más
competitivas y eficientes:
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