viernes, 19 de octubre de 2012

TEOLOGÍA ACTUAL/IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTOS TEOLOGICO POR PARTE DE LOS LAICOS

  El trapense Daniël Hombergen  decano de la Facultad de Teología del Ateneo  Pontificio de San Anselmo y monje del Monasterio de Maria Toevlucht, Zundert, Holanda, sobre la importancia del conocimiento teológico por parte de los laicos. :

 La Historia de la Teología es la historia de la reflexión humana sobre datos de la fe, fundada en la revelación divina. Esta reflexión se entiende como el esfuerzo del hombre que trata de entender, en la medida de lo posible, lo que cree («fides quaerens intellectum»). La historia de esta reflexión no coincide totalmente con la Historia de los Dogmas, aunque las dos tienen mucho en común.

La Historia de los Dogmas incluye investigaciones sobre el camino recorrido por la Iglesia, a lo largo de los siglos, para establecer cada vez con más precisión el contenido y los límites de la fe auténtica, transmitida por los apóstoles y sus sucesores.

La Historia de la Teología, en cambio, comprende, en sentido más amplio, toda la reflexión humana como esfuerzo en profundizar y comprender mejor el contenido de esta misma fe.

Aunque el fundamento objetivo es la Revelación de Dios, transmitida a través de la Escritura y la Tradición, mediante la asistencia del Espíritu Santo, que sigue siempre actuando en la Iglesia, la reflexión humana sobre datos de la fe no se ha desarrollado nunca separada de un contexto histórico y sociocultural a través de los siglos, hasta nuestros días. El pensamiento teológico, por lo tanto, experimenta un desarrollo, una evolución.

Los diversos modos en los que los pensadores cristianos han dado expresión a su fe han estado siempre condicionados también por los influjos contingentes de la historia humana. Al mismo tiempo, no carecemos de puntos de referencia, como la Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Existe una relación recíproca muy compleja entre estos tres puntos de referencia, sobre todo respecto a la interpretación de la Escritura. Esta relación fue precisada por la constitución «Dei Verbum», del Concilio Vaticano II, sobre la que habló monseñor William Levada en la apertura del actual año académico.

La nueva disciplina de Historia de la Teología trata de recabar, seguir y describir el desarrollo histórico del pensamiento teológico, teniendo en cuenta tanto la base objetiva como los factores de contingencia humana. Esta investigación debería contribuir a una más precisa comprensión de las grandes cuestiones y desafíos en el campo teológico actual.


Con todas las exigencias que supone la educación académica en el siglo XXI, tratamos también nosotros, en la medida de lo posible, de ofrecer la educación teológica en un contexto más amplio de vida espiritual. Este es nuestro ideal de integración de los diferentes aspectos de la existencia humana, fundado en una larga tradición monástica.




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